lunes, 14 de julio de 2014

LA SOMBRA

8 horas de la mañana, suena el despertador, me levanto, me ducho, y desayuno un café con tostadas untadas de mantequilla, un zumo de naranja y cuando estoy lleno me marcho de casa.

9horas de la mañana no tengo destino pues es mi día libre y no se a donde ir, me dirijo al metro que es el medio más rápido para desplazarme. Llego a una calle cuyas paredes parece que no ha pasado el tiempo.

La calle es estrecha y se cruza con otras calles adyacentes, me

Paro en un escaparate en el cual veo una ropa que me parece bonita. Entro en la tienda y me pruebo un jersey y un pantalón. Las  dos prendas me quedan bien y me las compro.

Continuo de compras por varias calles mirando escaparates y precios, pues la economía no esta muy boyante.

12 horas del medio día, después de las compras me dirijo a comer a un restaurante económico pero se come bien, saboreo la comida pues tenia apetito, tomo el café y me marcho para casa.

14’ 30 del medio día , haciéndose la tarde, cojo el metro y vuelvo para casa, el trayecto es de 1’30 horas, después de llegar a la estación y andar un buen trecho, llego a casa, me acomodo y cojo un libro del cual me acuerdo del titulo, se llama “ La Lucidez “ trata sobre un psiquiátrico en el cual la policía lleva a un paciente, que no esta loco,  ante los psiquiatras, el pobre hombre tenia orden judicial de arresto. Lo meten en un cuarto oscuro por el cual se puede ver por las cámaras de enfermería, después de estar en observación durante toda la noche, los psiquiatras le dan unas pastillas por el cual no puede revelarse, al hombre le anulan la personalidad, pierde la nulidad total, le diagnostican esquizofrenia paranoide, cuando ya he leído medio libro lo guardo para el día siguiente.

21 horas de la noche, me siento bebo un buen vino y escucho un poco de música que me deja relajado, después entro en la cocina y me preparo unos huevos fritos con patatas y un poco jamón, me parece un manjar y es económico, después de quedar bien, cojo una chaqueta pues hace fresco y me dispongo a salir a la calle.

23 horas de la noche. Yo como no tengo perro ni mascota voy solo, me dirijo al parque, no se ve un alma por la calle, hace buena noche pero impone, el parque está alumbrado con sus farolas que parecen personas, camino poco a poco y al pasar por una farola veo como el reflejo de una sombra en el suelo, me entra miedo, no se si es por la soledad, pero me apresuro a ir más de prisa para casa. La sombra me persigue, los pasos míos cada vez son más largos, continua persiguiéndome la sombra pero ya estoy cerca de casa, llego al portal y respiro con tranquilidad, cuando miro hacia el suelo de mi portal, se refleja una sombra en el suelo y me doy cuenta que es mi propia sombra, entro en a casa y me pongo a recapacitar y pienso como había tenido miedo de mi propia sombra.

El miedo te atenaza, parece como si un pulpo con sus tentáculos te abrazase.
Por favor no piséis la hierba que la tenemos que fumar

 José Miguel Lameiro

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