Capitulo I
LOS GANGLES
En un lugar no muy remoto llamado
Galdamés, trabajan personas que son de
los alrededores y que se dedican a la vid, como el txakolí, a la ganadería, a
las minas de hierro, ferrerías como La
Olla y plantaciones de arbolado.
De la zona lo que más trabajan son
las minas de hierro, de las cuales tienen una gran tradición. Un día excavando
las rocas de la Tierra ,
encontraron una galería inmensa, en las cuales había pinturas rupestres y
utensilios para la caza. Se encontraron también con unos pequeños y diminutos
personajes de color naranja llamados Gangles.
Les preguntaron si habitaban en la
cueva, y les contestaron que no, que habían entrado por una galería que solo la
conocían ellos, y que era allí donde comían los hongos que tanto les gustan.
Los pequeños y diminutos
personajes, dijeron a los humanos que cuidasen de la naturaleza y el entorno,
pues sin ellos no podrían vivir. Los
Gangles sorprendidos, se dirigen a su poblado y hablan con los más sabios y les
cuentan lo sucedido.
Estos personajes viven entre los
claros de los montes, Pico de la
Cruz y Alto de Galdamés y entre manantiales, como Barbadun de
agua cristalina. Se distancian dos o tres kilómetros de poblado a poblado: La Aceña , San Esteban y
Montellano. Sé organizan repartiendo las tareas: unos se dedican a recoger
frutos, otros hongos y otras especias, y también, en cada casa se fabrican
el pan. Se reúnen una vez cada tres
meses todos los habitantes de los poblados. Son dirigidos por un líder que se
elige cada mes.
Los Gangles
tienen mucho miedo a los humanos, porque contaminan los ríos como Barbadun y
queman los montes, lugares esenciales para vivir estos pequeños y diminutos
personajes. Entre todos los Gangles destacan los sabios, de avanzada edad, que
son escuchados con gran entusiasmo por los más jóvenes. Los Gangles construyen
sus propias casas, no viven debajo de los hongos, si no que los comen por su
gran valor nutritivo, pues son vegetarianos.