viernes, 21 de diciembre de 2012

Me gusta vivir con intensidad



Acrílico de J.A.Artesero


          Mi nombre es Álvaro Ayuso. Formo parte de la Fundación Argia de Algorta. En este centro estamos alrededor de 100 usuarios (pacientes). Escribo en estos momentos porque creo que mi experiencia puede resultarle útil a alguna persona.


          Me gustaría llevar una vida mejor a la que ahora tengo. Hace casi 8 años que estoy en Argia.  Actualmente cuento con 47 años de edad.


         Algún día quisiera formar una familia propia -tal vez sea demasiado tarde- y tener un empleo, mejor si fuera de periodista. Estos son mis 2 sueños.


          Me gusta vivir con intensidad. Una de las razones por las que estoy en Argia no es otra que la soledad que soportaba en mi anterior vida. Actualmente llevo una vida llevadera con momentos agradables y no tanto. Quisiera encontrar mi doble alma gemela. Lo intento pero de momento no lo consigo.


          Por otro lado, quiero decir que tengo una existencia activa. Esto ayuda mucho, porque al no tener trabajo me mantiene estable la cabeza.


          A pesar de no contar con varios apoyos, lucho e intento las cosas. Lo hago con ambición, pese a algunas dificultades. Ahora estoy yendo a clases de informática a Deusto.


          Mi vida no ha sido fácil. Tampoco me gusta lo fácil. Quiero esforzarme en la vida. Soy una persona en crecimiento, que está progresando gracias a mi esfuerzo y ambición. Tal vez mi situación es delicada. No obstante confío en mí. Tengo las ideas clara. Las influencias que hay a mi alrededor son las justas. A veces pienso a largo plazo. No me considero superficial, lucho por mis objetivos, casi de manera constante. Domino  los temas básicos y esenciales del día a día. Hago deporte, lo cual me ayuda mucho.


          Ojala que algún día tenga un giro positivo fundamental. Sinceramente, me lo merezco. Nadie es más que nadie. Soy una persona decidida. Procuro tener la cabeza fría. Perdí a mis padres hace mucho tiempo. No tengo hermanos aunque sí familia, aunque está desperdigada y sus miembros hacen su propia existencia.


         Cuando sea muy mayor tengo en mente dedicarme a escribir. Espero seguir siendo una persona activa.


Creo en la suerte y también en el trabajo del día a día para lograr resultados.



      A. AYUSO

domingo, 16 de diciembre de 2012


Autor :  José Miguel Lameiro                                                                          Drama

 


EL TRASHUMANTE

 

       Érase una vez un hombre al cual la vida le había dado la espalda, se quedo sin trabajo, le embargaron el piso, su mujer le abandono pues no podía vivir tal situación, el hombre perdió en un suspiro lo que en una vida tardo en construir, el hombre se había transformado en un indigente, pero no mendigaba por su cultura y por lo que creyó prefería robar en grandes supermercados algo de comer, a veces cogia una lata de sardinas otras de bonito y así sucesivamente, también cogia fruta de las huerta del aldeano, con esto y un poco más iba tirando. Se trasladaba de un lugar para otro, en invierno iba hacia el Sur donde hacia calor y en verano hacia el Norte, era un trashumante, de vez en cuando le salía algún trabajo como la vendimia, la recogida de la patata, también la recogida de tomates en invernaderos del Sur, eso en pésimas condiciones, sin seguro y con un sueldo de miseria, con esto comía algo caliente, pués no tenia vicios, ni fumaba ni bebía, se había convertido en un hombre sin tierra, ósea un apatrida.No creía ni en Dios, ni en la Patria, ni en el Patrón, no veía la mano prodigiosa que le sacase de la miseria. Hasta que un día se encontró una pistola simulada y decidió atracar un banco pues todos los males los producía el capitalismo, entro en el banco y amenazo con la pistola a los que allí se encontraban pues solo quería un poco de dinero, pero alguien que quería ganar meritos apretó el pulsador de la alarma, el salio corriendo pero al poco apareció la policía, el corría de espaldas sin amenazar a nadie, corría y corría pero la policía disparo un tiro que le entro por la espalda atravesando el corazón, los policías decían que les había hecho frente, cuando el hombre era incapaz de matar . Toda esta historia le puede pasar a cualquiera pues la vida da muchas sorpresas.  

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