Capitulo VI
El más capacitado habla con los
demás sabios y recuerda que pronto llegara el invierno y que habrá que estar
prevenido, pues no quieren que les pase como la vez anterior que les cogió de sorpresa.
Repasan las casas para que estén
bien sujetas y no sé las lleve el viento ni los riachuelos. El invierno es frío
y todos cogen madera para calentarse y cocinar, se cubren con hojas secas de
los árboles para que les de calor.
Por fin llega el invierno. Los
manantiales se desbordan formando riachuelos, no para de llover y el viento
azota bien. Los árboles se agitan y se doblan, tanto que parece que se van a
caer. El invierno es duro pues sé presagia que nevará copiosamente. Los
animales sé meten en sus madrigueras y también en las cuevas, como la de Pozalagua
de Carranza y la cueva de la
Magdalena en Galdames, para no mojarse ni pasar frío.
Las casas resisten el empuje del viento, y los
riachuelos no alcanzan el poblado. Luego hay algún día que nieva, cuyos copos
cubren todos los árboles. Es imposible andar sobre la nieve, pues lo cubre todo
y los Gangles se quedan en casa, pues tienen comida que recogieron en primavera
y en verano y es como si invernasen. Otras veces sé ve un rayo de Sol, y los
Gangles salen de sus casas y hacen muñecos y sé deslizan por la nieve.
Esta es la historia de un pueblo
diminuto pero con un gran corazón, pues son queridos por todos los animales. Un
pueblo como los Gangles que no desaparecen ,viven Siglos y Siglos. Ten
cuidado, no los vayas a pisar.
“Puedo estar cerca estando lejos, lo mismo
que estando lejos puedo estar cerca”
FIN
J.M.Lameiro