sábado, 21 de julio de 2012

LOS DUENDES DE GALDAMES

Los duendes de Galdames son unos personajes poco habituales en las colonias. Viven en una comuna entre los árboles que se llama Zurimendi (Monte Blanco), donde no pueden entrar los hombres y mujeres ajenos a ellos. Los que si pueden entrar son los que les cuidan, y les dan una pócima diariamente. Los duendes son ajenos a la realidad, están Bienve el doctor, Javier el administrador, y así sucesivamente, entre los duendes se encuentran Joserra el filósofo que dice que hay que tener suerte para jugar a la suerte, Marce el perfeccionista que quiere poner todo en orden, cuando la perfección no existe, Jesús que habla con los espíritus, llamándolos y haciendo gestos, José Miguel el antisistema pues el sistema está caducado, Carlos el político pues quiere que le den el carné del P. C. E.
Ana la concejala de agricultura pues se encarga de la huerta, Mª  Jesús la ratita presumida pues presume de lo que carece, Luis Carlos el busca tesoros que está al tanto de a ver si encuentra una cartera o algún billete entre el suelo o en alguna máquina tragaperras o de tabaco. Todos los días salen en furgoneta o viajan mentalmente hasta los bares donde entran a tomar algo, donde están las inhumanas personas ajenas al mundo de los duendes.      


Autor. José Miguel Lameiro                                                             20- 7 - 2012

viernes, 6 de julio de 2012

TRANQUILO


Érase un hombre tranquilo, tan tranquilo que no le molestaban ni las moscas, Sentado en el resquicio de su morada veía pasar el tiempo, los vecinos ni se inmutaban al ver al hombre tranquilo.
Hasta que llego una mujer bandera con sus caderas y pechos erguidos los cuales resaltaban. Hasta el hombre tranquilo se levanto del resquicio de su morada y se dirigió hacia ella. Ella se dio una vuelta por el pueblo a conocer  a la gente, el pueblo le dio la bienvenida, la gente la saludaba amablemente, hasta el hombre tranquilo la saludo. El se presentó  con el nombre de Juan y ella con el nombre María Paula.
Entre los dos se entablo una profunda amistad, quedaron para pasear por el camino por donde pasa un manantial con el agua cristalina, había llegado la primavera las flores resaltaban con sus colores, era un “Paisaje Idílico” los dos se atraían en silencio, hasta que María Paula le comento que tenia que marcharse pronto pues su trabajo lo requería a Juan se le cayo el alma al suelo, pues se había enamorado de María Paula.
Cuando María Paula se despidió de todo el pueblo cogió su coche y se marcho, el hombre tranquilo volvió al resquicio de su morada y se quedo pensativo sabiendo que no volvería haberla  nunca mas le entro una tristeza. Aquí se acaba la historia de un hombre tranquilo.  




Autor: Jose Miguel Lameiro






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