MENTE SANA
Esta es la historia de un personaje
que le diagnosticó una enfermedad mental. Este
individuo tomaba drogas y siempre desentonaba entre los demás.
El diagnóstico era esquizofrenia
paranoide que quiere decir mente partida o dividida. El personaje en si se retraía, se escondía en
casa pues no quería salir y dialogar con los
demás seres humanos. Cuando salía de casa andaba con miedo y iba
solitariamente paseando por el
parque, hasta que una vez un hombre que le conocía, se paro a dialogar con el. La persona estaba asustadiza y se ponía nerviosa, y el hombre
que le conocía no quiso entrar en su
vida privada.
Que sentiría este personaje, pues
muchos se callan, entrar en su mundo es difícil, solo
suelen hablar con el especialista (PSIKIATRA). Muchos se creen
perseguidos por los demás, pues
cualquier murmullo piensa que están hablando de él.
Cuando lleva un tiempo en el
especialista, suele estar medicado y era
cuando se sentía más libre, más
abierto, hablaba con otros enfermos y
cambiaba impresiones.
Conociendo un poco de los demás,
era más activo y más creativo, no se conformaba con ser el último en aprender. Asistía a charlas que daban los especialistas, pues se
sentía útil en la sociedad. Le
estimulaba mucho el escuchar y el
hablar. Cuando se pone a trabajar
es más vivaz y con más ganas de aprender,
pues ponía mucha atención, sabe cumplir
con su cometido.
El
personaje se dedicaba a la jardinería,
pues casi todos los enfermos trabajan en ello, no podía trabajar con maquinas pesadas pues
su medicación no lo permitía, trabajaba la
jornada completa, igual que cualquier trabajador. Cuando llegaba el fin
de semana le gustaba mucho ir al monte,
así se despejaba la mente y no consumía drogas, pero siempre tenía miedo a una recaída.
Hasta que un día decidió dedicarse
a la fotografía, pues le gustaba mucho los paisajes que contemplaba desde las cumbres de las
montañas. La fotografía era otro aliciente
más, revelaba el las fotografías,
pues tenía una ampliadora fotográfica y un cuarto oscuro en su casa. Sacaba paisajes de campos
florecientes, la caída del agua de los
manantiales y montes cuyas cumbres sobresalían sobre las demás. Luego
las exponía en concursos, donde ganaba
algún premio.
La persona en si
estaba realizada, con mucho orgullo de haber superado todos los golpes que la vida le había dado, por haber
salido de la oscuridad y llegar a un mundo
más claro.
J. M. Lameiro