Capitulo IV

                    Los Gangles también se juntan ,  procrean pequeños y diminutos personajes. Es el ciclo de la vida. Los pequeños juegan en los columpios y toboganes donde se divierten  y también aprenden a nadar. Todo es alegría en el poblado.

Los Gangles viven entre doscientos y trescientos años, con el tiempo, cogen sabiduría y la transmiten a los más jóvenes y pasan de generación en generación. Son tan diminutos que hasta los peces son más grandes que ellos, pero en longevidad no les gana nadie y su vida se guía por las estaciones, y todo depende de las nubes, el viento y el Sol.

Cuando llega el verano, ¡OH! el verano con sus rayos de Sol, tan apreciado por todos, recogen frutos y comida de la temporada, los animales se acercan a ellos con gran naturalidad pues se llevan bien y no son peligrosos si no se les molesta.

Ellos también corren peligros, como en una ocasión cuando uno sé estaba ahogando en el río Barbadun y todos corrieron para salvarle pues la corriente le arrastraba. Cogieron una cáscara de nuez y fueron a rescatar al pequeño y diminuto personaje, hasta que por fin lo salvaron. Tienen tanto peligro como los humanos, aunque la experiencia les haga madurar. Pasado el peligro todo vuelve a la normalidad. Se comenta por el poblado que va a pasar un meteorito cerca y que sé podrá ver por la noche.