En mi mente hay muchos recovecos, muchas células madre y
partículas viajando de un lado a otro. Había todo eso y mucho más y todo iba
perfectamente con una convivencia muy buena. Había muchas risas a mi alrededor,
muy buen ambiente. Se cometían errores, sí, pero los justos, intentando hacer
siempre el menor daño posible.
Hasta que de pronto todo cambió.
Mi mente enfermó. Afortunadamente no para hacer mal a nadie, pero aparentemente
todas las células y partículas de mi cerebro iban de un lado a otro como
chocando unas con otras, sin saber a dónde dirigirse, sin saber qué hacer,
totalmente idas, sin orden ni concierto.
Hubo un desconcierto total en
todo mi cerebro y en mi cuerpo. Estaban totalmente desorganizados. Pero gracias
a Dios con un buen tratamiento aquí en Argia y buenos apoyos de mis familiares,
amigos y el entorno, estoy mucho mejor.
Con esto quiero decir que nuestra
mente puede estar enferma pero con un buen tratamiento y poniendo de nuestra
parte podemos estar capacitados para conseguir muchos objetivos que hacen
muchas personas supuestamente normales para conseguir una vida mejor y una
buena calidad de vida.
Luis Mari Arana.
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