Hoy
en día es muy difícil tocar puerto. Pues parece ser que el sitio que nos ofrece
Dios se malogra por el mal hacer de los gobernantes, que anteponen amasar
fortuna a cuenta nuestra. Y así, nos hacen vivir una vida que se está
convirtiendo poco a poco en agonía. ¡Basta ya!.
B. Fernández.
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