Erase una vez un hombre que se creía muy inteligente que fue a poner la tele: le dió al mando y no se encendía. Miró en los botones de la tele y, lástima, tampoco encendía. Entonces llamó a un técnico, y este técnico, amigo de la familia, bueno en su profesión, inteligente que se creía, también, vino y le preguntó: ¿qué pasa? Que la tele no enciende. El técnico empieza a mirar por todos los lados y no encuentra nada. La desarma y la arma. Nada. Dice a esta tele no le pasa nada.
De repente llega el hermano del duño al que tenían por tonto y pregunta: ¿qué pasa? Que la tele no funciona, le responden, y trás mirarla les dice: ¿por qué no probaís a enchufarla?
MORALEJA: hay mucha gente que se cree muy inteligente y no lo es tanto; y hay otros de los que pensamos que son muy tontos pero que realmente no lo son.
L.M.ARANA
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