lunes, 30 de abril de 2018


Capitulo VI

                  El más capacitado habla con los demás sabios y recuerda que pronto llegara el invierno y que habrá que estar prevenido, pues no quieren que les pase como la vez anterior que les cogió  de sorpresa.
Repasan las casas para que estén bien sujetas y no sé las lleve el viento ni los riachuelos. El invierno es frío y todos cogen madera para calentarse y cocinar, se cubren con hojas secas de los árboles para que les de calor.
Por fin llega el invierno. Los manantiales se desbordan formando riachuelos, no para de llover y el viento azota bien. Los árboles se agitan y se doblan, tanto que parece que se van a caer. El invierno es duro pues sé presagia que nevará copiosamente. Los animales sé meten en sus madrigueras y también en las cuevas, como la de Pozalagua de Carranza y la cueva de la Magdalena en Galdames, para no mojarse ni pasar frío.
 Las casas resisten el empuje del viento, y los riachuelos no alcanzan el poblado. Luego hay algún día que nieva, cuyos copos cubren todos los árboles. Es imposible andar sobre la nieve, pues lo cubre todo y los Gangles se quedan en casa, pues tienen comida que recogieron en primavera y en verano y es como si invernasen. Otras veces sé ve un rayo de Sol, y los Gangles salen de sus casas y hacen muñecos y sé deslizan por la nieve.
Esta es la historia de un pueblo diminuto pero con un gran corazón, pues son queridos por todos los animales. Un pueblo como los Gangles que no desaparecen ,viven Siglos y Siglos. Ten cuidado, no los vayas a pisar.

“Puedo estar cerca estando lejos, lo mismo que estando lejos puedo estar cerca”

FIN

J.M.Lameiro

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