martes, 11 de abril de 2017

MENTE SANA

Esta es la historia de un personaje que le diagnosticó una enfermedad mental. Este  individuo tomaba drogas y siempre desentonaba entre los demás.
El diagnóstico era esquizofrenia paranoide que quiere decir mente partida o dividida. El  personaje en si se retraía, se escondía en casa pues no quería salir y dialogar con los  demás seres humanos. Cuando salía de casa andaba con miedo y iba solitariamente  paseando por  el  parque, hasta que una vez un hombre que le conocía, se paro a  dialogar con el. La persona estaba  asustadiza y se ponía nerviosa, y el hombre que le  conocía no quiso entrar en su vida privada.
Que sentiría este personaje, pues muchos se callan, entrar en su mundo es difícil,  solo  suelen hablar con el especialista (PSIKIATRA). Muchos se creen perseguidos por  los demás, pues cualquier murmullo piensa que están hablando de él.
Cuando lleva un tiempo en el especialista, suele  estar medicado y era cuando se sentía    más libre, más abierto,  hablaba con otros enfermos y cambiaba impresiones.
Conociendo un poco de los demás, era más activo y más creativo, no se conformaba   con ser el último en aprender. Asistía  a charlas que daban los especialistas,  pues se  sentía  útil en la sociedad. Le estimulaba  mucho el escuchar y el hablar. Cuando se  pone a trabajar es  más vivaz y con más ganas de aprender, pues ponía mucha atención,  sabe cumplir con su cometido.    
El  personaje se dedicaba a la jardinería,  pues casi todos los enfermos trabajan en ello,  no podía trabajar con maquinas pesadas pues su medicación no lo permitía, trabajaba la  jornada completa, igual que cualquier trabajador. Cuando llegaba el fin de semana le  gustaba mucho ir al monte, así se despejaba la mente y no consumía drogas, pero  siempre tenía miedo a una recaída. 
Hasta que un día decidió dedicarse a la fotografía, pues le gustaba mucho los paisajes  que contemplaba desde las cumbres de las montañas. La fotografía era otro aliciente  más,  revelaba el las fotografías, pues tenía una ampliadora fotográfica y un cuarto  oscuro en su casa. Sacaba paisajes de campos florecientes, la caída del agua de los  manantiales y montes cuyas cumbres sobresalían sobre las demás. Luego las exponía  en concursos, donde ganaba algún premio.
 La persona en si estaba realizada, con mucho orgullo de haber superado todos los  golpes que la vida le había dado, por haber salido de la oscuridad y llegar a un mundo  más claro. 



                                       

                                                                    J. M. Lameiro

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